¿Qué está pasando en Yemen?




Fuera del foco de los grandes medios de comunicación y quizás eclipsado por el desastre sirio, existe un conflicto civil de Yemen que ya se ha cobrado miles de vidas civiles y sirve como guerra proxy entre grandes potencias regionales. Conocé lo básico del conflicto que se perfila como la próxima gran puja entre las potencias del mundo.

Los bandos en conflicto, figuritas repetidas

Hablar de casi cualquier conflicto en el mundo musulman nos lleva a la eterna división entre chiítas y sunitas, y esta no es la excepción. Por supuesto que además se anotan las grandes potencias regionales de la zona, principalmente Arabia Saudita e Irán, y los Estados Unidos. Repasemos los jugadores:

Chiítas:

* Hutíes: Conforman una minoría étnica en Yemen y se ubican al norte del país. En 2015 protagonizaron el golpe de estado que derribó al gobierno de mayoría sunita de Abu Rabu Mansur Hadi bajo pretextos de discriminación en su contra. Están apoyados y armados por Irán y son partidarios de Ali Abdullah Saleh, el ex presidente yemení que dimitió durante la Primavera Árabe y, que luego de Gadafi, era el mandatario con más años en el poder del mundo. Su Capital es Saná.

* Irán: Si bien no tiene fuerzas sobre el terreno o realiza ataques aéreos, apoya a los Hutíes. Política que va en línea con su estrategia de empoderar la rama chiíta musulmana en la región y debilitar a su principal enemigo en la región, Arabia Saudita.

Suníes y aliados:

* Suníes del Sur: Son las fuerzas leales a Abu Rabu Mansur y conforman la mayoría étnica que se ubica hacia el sur del país. Su capital es Aden.

* Arabia Saudita: País sunita por excelencia, se ocupa de apoyar a esta rama del Islám en cada conflicto que enfrenta. Además es un enemigo político absoluto de Irán, con quien libra una guerra fría que se evidencia en conflictos proxy como este. Lidera una coalición internacional de países bajo su esfera política que realizan operaciones militares en el terreno bajo el nombre de Operación Tormenta Decisiva, cuyos miembros son: Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahrein, Kuwait, Egipto, Jordania, Marruecos y Sudán.

* Al-Qaeda e ISIS: Ambas organizaciones terroristas son absolutamente suníes y aprovechan el conflicto para expandir su área de influencia en la región. Incluso combaten entre sí. Además se cree que están apoyados por Arabia Saudita.

* Estados Unidos: La mega potencia americana es el principal aliado de Arabia Saudita. Incluso el país arábigo se convirtió por lejos en su principal cliente en materia de venta de armamento. El presidente Donald Trump realizó una visita a su capital recientemente, y bajo el marco del conflicto con Qatar, para firmar la venta de armas más grande de la historia de su país. Su rol, además de provedor de armas, es el de abastecer a los aviones de combate f-15 saudíes en vuelo sobre aguas internacionales, extendiendo así su autonomía y capacidad para realizar misiones más largas. También efectúa bombardeos propios contra supuestas bases terroristas.



Yemen posee un lugar estratégico, frente a uno de los pasajes comerciales más transitados del mundo. En rojo la capital hutí, Saná, en verde Aden, capital del bando suní.


La razón detrás de la masacre:

El origen del conflicto debería ser rastrado siglos atrás, a la misma conformación y distribución étnica y religiosa de la Península Arábiga. En primer lugar es importante decir que se enmarca en el eterno choque entre musulmanes suníes y chiítas. Como sucede a menudo, un bando toma el poder, oprime al otro, el otro se revela, consigue el poder y hace lo propio.

A pesar de que Yemen ya sufrió una guerra civil en los 90 y que los enfrentamientos que dan pie a la actual son los mismos, se podría decir que el derrocamiento del presidente suní Abu Rabu Mansur en 2015 por fuerzas hutíes es el disparador. La razón argumentada por los hutíes para hacerlo tiene que ver con la opresión que sufrían y con un proyecto de reordenamiento del país propuesto por Mansur que supuestamente agredía sus intereses.

En fin, Abu Rabu loró escapar hacia Aden y rodearse de los suyos y declaró que seguía siendo el presidente legítimo de Yemen. Los rebeldes del Norte no estuvieron muy de acuerdo con esto y respondieron con balas.

Sin embargo todo esto podría haber quedado en un conflicto civil entre bandos militarmente poco poderosos. Quizás podrían haber entrado los Cascos Blancos a apaciguar la zona y todo se habría resuelto en la mesa de negociación de la ONU. Pero no fue así, más bien lo contrario. Como desgraciadamente ocurre usualmente, la pequeña mecha fue alimentada por los grandes jugadores regionales hasta convertirse en un incendio que nadie sabe, o quiere, apagar y que el mundo no mira. 

El saldo de la catástrofe:

Según la ONU, para 2016, es decir tras un año de conflicto, habían muerto más de 10 mil personas. Sin embargo no todos son víctimas directos de la violencia, ya que la crisis humanitaria en Yemen ha cobrado dimensiones escalofriantes. Por ejemplo, la OMS declara que ya han muerto más de 2 mil personas a causa del cólera y 16 millones de habitantes tienen dificultades para acceder al agua potable.

Ambos bandos están acusados de cometer atrocidades contra los derechos humanos más básicos. Los bombardeos saudíes contra escuelas, cementerios y civiles en general fueron condenados por una porción demasiado pequeña del público internacional. Es que bajo el ala de los Estados Unidos, parece que el gobierno de Riyadh tiene vía libre para actuar a su gusto. Incluso ha utilizado bombas racimo provistas por su principal aliado.

Lo curioso es que a pesar de toda la potencia de fuego saudí, apoyada por los Estados Unidos, el bando suní no está haciendo grandes avances y la Coalición ha fracasado, de momento, en sus objetivos, dejando la imagen internacional de sus fuerzas militares severamente dañada.


Seguí el mapa del conflicto en vivo acá: http://yemen.liveuamap.com/




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