Transferencias de armas a Sudamérica, la historia graficada

Pocas cosas son más útiles para conocer las inclinaciones políticas de las naciones que el estudio de sus compras de armamentos La historia -y el presente- de las transacciones armamentísticas en Latinoamérica es la historia de sus relaciones con el mundo.  

Nadie quiere comprarle armas al enemigo (o, en su defecto, al amigo de mi enemigo). Pocos casos son más claros para ejemplificar esto que las dificultades que experimentaron las Fuerzas Armadas Argentinas con sus misiles franceses Exocet durante la Guerra de Malvinas..


Pero ya sabemos que esta no es una región fácil de estudiar. Entre acusaciones cruzadas de rearme y preguntas incómodas sobre el origen de los materiales bélicos, es necesario refugiarse en la comodidad de los datos fríos. Incluso con sus imperfecciones y sus sesgos, cuentan una versión de los hechos tan despojada como atrapante.





¿Se están rearmando algunos países sudamericanos? ¿Argentina perdió todo su proyección de poder militar por falta de fondos? ¿Irrumpieron nuevos jugadores en el mercado de armas sudamericano?

Estas y muchas otras preguntas ocupan el tiempo de analistas internacionales hace ya varios años. Por supuesto, responderlas requiere más que datos fríos. Pero nunca está de más revisar los números para aclarar un poco el panorama y distinguir mejor entre posturas ideológicas y hechos concretos.

A continuación se muestran una serie de gráficos que reflejan la tendencia de transferencias de armas hacia Sudamérica.

IMPORTANTE: Los datos están tomados por SIPRI y corresponden al período entre 1950 y 2017. La unidad de medida es el TIV, creada por SIPRI, y no refleja valores monetarios o de cantidades sino que se usa para analizar tendencias. Cada punto en los gráficos expresa un valor de un millón de TIV. Son tenidos en cuenta tanto ventas como préstamos, ayudas, venta de licencias (como en el caso de los tanques TAM argentinos de licencia alemana) y otros tipos de transferencias.

Para entender mejor la unidad de medida pasemos a algunos ejemplos concretos:
  • En 2011 Argentina recibió dos helicópteros rusos Mi-8MT/Mi-17 para ser destinados a la Campaña Antártica. Esta transferencia tiene un valor de 14 millones TIV.
  • En 1982 Brasil transfirió a Argentina dos helicópteros AS-350/AS-550 Fennec y dos EMB-111 en préstamo para la Guerra de Malvinas. El total de la transferencia equivale a 10 millones TIV.
En la propia página de SIPRI se detalla en mayor profundidad la metodología utilizada.

El total de TIV transferidos a la región en todo el periodo 1950-2017 es de 65.260.

El primer gráfico nos habla de los siete principales proveedores de armas a la región. Como vemos, Estados Unidos figura con un 30,54%, porcentaje cercano aunque menor a su participación en el mercado de armas global.

Sin embargo el resto de la lista da cuenta de las particularidades de la región. Mientras que en el mundo Rusia su ubica como el segundo mayor vendedor, en Sudamérica la compra de armamento está más diversificada.

Pero si tan solo tomamos en cuenta el periodo 1992-2017 los números entre Estados Unidos y Rusia son similares: 4987 TIV para Estados Unidos y 4823 para Rusia (ver tercer gráfico).

Esto puede tener que ver tanto con un resurgimiento de la industria bélica rusa luego de la caída de la Unión Soviética como con la intención de algunos de los países de la región de disminuir su dependencia de material estadounidense.




En el segundo gráfico observamos el porcentaje sobre la adquisición total que realizó cada país de la región. Brasil lidera la tabla, pero le siguen de cerca Venezuela, Argentina, Perú y Chile.


En el tercer y cuarto gráfico observamos el desarrollo histórico de las transferencias. Primero por los principales siete países proveedores y luego por los principales siete países de destino. Como se ve, existió una carrera armamentística en la región entre los años 70 y fines de los 80 que tuvo como principales actores a Brasil, Argentina, Perú, Venezuela y Chile.

En lo últimos años (2000 en adelante) Argentina quedó relegado de la carrera mientras que Venezuela se convirtió en el principal importador de armas.

¿Otro dato significativo? China, a pesar de su reciente irrupción en el plano económico, aún no logró construir lazos militares con la región.


[Para visualizar las transferencias a un determinado país, seleccionar su bandera/línea. Seleccionando a la vez otras banderas/líneas podés comparar entre los países elegidos. Desplazate por el eje X con el ratón para ver las cantidades en los años que quieras.]
El quinto gráfico muestra la tendencia total de la región (contando todos los países). Se observa un rearme a partir de principios de siglo XXI.

Por último, el diagrama Sankey nos muestra cuántos TIV fluyeron desde cada proveedor a los principales países de origen.

Un dato a observar es que el destinatario casi exclusivo de armas de la Unión Soviética fue Perú, mientras que el principal adquisidor de material ruso es, por enorme diferencia, Venezuela.

Aunque los números por sí mismos no alcanzan para realizar un análisis comprensivo de la situación geopolítica de la región, son una herramienta indispensable. Como huellas en el blando suelo del bosque, dejan registro del camino recorrido por cada actor, así como la dirección aproximada a donde se dirige.   


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